Ana Gómez

Estaba en una situación que me incomodaba y me hacía sentir insegura. Notaba que no podía controlar el pipí como solía hacerlo y esa fue mi señal de alarma. Siempre he sido una persona disciplinada y de rutinas, tras mi paso por las manos de Beatriz, más si cabe, puesto que he ido notando los resultados muy pronto. El método no puede estar mejor y su trato es humano, cercano, personal y muy profesional.

La mejoría no sólo ha sido a nivel físico, también psicológico, llevaba tiempo sin dedicarme a mí y tras la conversación con ella el primer día, ahora, hago mis ejercicios, y luego…lo que dé tiempo, priorizo cosas que tenía muy descuidadas. La primera vez que me di cuenta de que ya podía cortar el pipí, supuso una inyección de autoestima, que sumado a lo anteriormente citado, ha hecho que me sienta mucho mejor, incluso que mis familiares lo hayan notado, por fuera y por dentro.

Me siento renovada, ágil, con fuerzas para todo. Me alegro mucho de haberla encontrado.